El Gobierno negocia con empresarios para que los precios no aumenten más del 29%

Mientras el presidente Alberto Fernández instala una agenda de confrontación política con la oposición, el gabinete económico se concentra en intentar avanzar en consensos con empresarios del sector privado ante la necesidad de bajar la inflación al nivel planteado en el Presupuesto 2021: que en pleno año electoral, los precios y salarios no aumenten más allá del 29% promedio.

Argentina
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De eso debatieron en la última reunión del gabinete económico este miércoles el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, (aislado vía zoom por ser contacto estrecho de coronavirus), con los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; de Trabajo, Claudio Moroni, las titulares de la AFIP y del BCRA.
En una reunión previa a la mesa de precios y salarios con el sector alimenticio el miércoles a la tarde analizaron avanzar en desactivar el congelamiento de precios -que aplicó durante toda la pandemia- con el programa Precios Máximos, con la condición de que los empresarios se comprometan a “no aumentar los precios a lo largo de la cadena de valor por encima del 29%.

Kulfas confirmó en declaraciones a periodistas acreditados en Casa Rosada, que se concentrará en controlar los aumentos no justificados de insumos no alimenticios.

Dudas vs optimismo

Guzmán y Kulfas mostraron en las últimas horas índices optimistas. Dicen que hay un aumento consolidado de la recaudación y de la actividad industrial con recuperación de los empleos perdidos en el 2020 por la pandemia. Kulfas dijo que “el crecimiento ya es tendencia en los últimos 6 meses” tanto en los sectores industrial, como en el campo y la construcción.

Los únicos sectores que seguirán con asistencia del Estado, son los que todavía sufren caída de la actividad por la pandemia; por ejemplo, el turismo. Seguirán asistiendo a esos sectores con el pago de salarios a través del programa Repro.

La utopía de que los salarios le ganen a la inflación

El Gobierno sabe que este año se juega buena parte de su capital político en las elecciones legislativas intermedias, y por eso apuesta todo a cumplir lo que algunos consideran a esta altura del año casi como una utopía: que los salarios le ganen a la inflación.

En el tema económico, la estrategia electoral continuará siendo comparar la actual gestión peronista con la crisis que dejó el anterior gobierno de Mauricio Macri cuando perdió la presidencia en 2019 a manos de la fórmula Alberto-Cristina Fernández.

Según el informe del gabinete económico, “se ve un movimiento importante en el sector industrial, con 6 meses consecutivos de creación de empleo. Se han recuperado todos los empleos perdidos en pandemia en sector industrial y se está produciendo un nivel de empleo superior al que nos dejó el gobierno de Mauricio Macri”.

La construcción y la producción de energía también están recuperándose.

El debate por las tarifas

El Gobierno avanza por otro lado, en la convocatoria a audiencias públicas para definir el nuevo sistema tarifario de servicios públicos. Serán el 15 de marzo por el gas y el 29 por la electricidad. Lo que se decida tendrá influencia en el aumento de precios al consumidor.

Fuentes de la jefatura de Gabinete señalan que los aumentos serán progresivos por sectores sociales, en índices de aumentos que no superarían el 20%. Es la discusión que se viene no solo con las empresas del sector, sino en las negociaciones con el FMI por la deuda.

La metodología: Controles en la cadena alimenticia

En la segunda reunión con la mesa de productores alimenticios, el Gobierno planteó quejas por lo que considera “aumentos en los insumos no alimentarios” que “no estarían justificados”.

Volvió a amenazar con que si los empresarios no se comprometen a contener la inflación al 29% este año, la secretaría de Comercio volverá a aplicar la ley de abastecimiento con sus respectivas sanciones.

Tras la reunión del gabinete económico, Kulfas apuntó directamente a la cadena de valor del sector agropecuario. “En el caso del sector primario de producción agropecuaria, hemos detectado subas de precios en diferentes componentes que no nos parecen justificadas, como son insumos no alimenticios como los fertilizantes, los agroquímicos. Queremos una explicación para conocer el problema en detalle”, advirtió Kulfas.

El ministro, un hombre del riñón de Alberto Fernández, planteó a los empresarios de alimentos, que “algo parecido sucede en el sector industrial con diferentes elementos, como los envases de cartón o vidrio, que hacen a la producción y han tenido aumentos de costos que no parecen, en principio, debidamente justificados”.

La exigencia de la Casa Rosada a los empresarios de alimentos fue que marzo finalice con "compromisos concretos" para poder alinear los objetivos de inflación 2021 en torno al 29%. Como parte de la negociación, el Gobierno estaría dispuesto a desactivar progresivamente el programa Precios Máximos que mantiene el precio de ciertos alimentos esenciales congelados desde hace 1 año.

“Es parte de la conversación, es un programa que ya ha sido flexibilizado, sacando productos que no son no esenciales para el consumo familiar que han sido retirados”, aclara el Gobierno ante las quejas de los empresarios. Desactivarán ese programa si logran una promesa de que el sector de alimentos no haga subas superiores al 29%. “Necesitamos que el salario real crezca por encima de la inflación", repiten como mantra en cada ministerio, tras la segunda reunión con la mesa alimenticia de la que participaron empresarios y gremios del sector.

Pero la advertencia en caso de incumplimiento empresario se mantiene vigente: “Somos un gobierno que prioriza el diálogo y la concertación, pero eso no significa privarnos de ejecutar la ley de abastecimiento”.

El malestar por las multas aplicadas en enero a industrias alimenticias por desabastecimiento de algunos productos de consumo masivo en las góndolas, también fue tema del debate que promete mezclarse en la campaña electoral, en caso de que el Gobierno lo logre cumplir los objetivos fijados: bajar la inflación, y por ende, la pobreza y la indigencia crecientes. ¿Ganará la moderación, o primará la grieta?.

Fuente: A24.com

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