Fiestas clandestinas: "La pulsión de vida le está ganando a la pulsión de muerte”

El licenciado Agustín Pérez Marchetta intentó explicar desde la sociología el por qué del incremento de las fiestas clandestinas en Salta, lo que también sucede en todo el país

Para el sociólogo, a las personas que les gusta salir a divertirse y bailar les sacaron lo que era propio. Advirtió que la prohibición provocará más de este tipo de encuentros y bregó para que las autoridades evalúen un protocolo para quienes necesitan sociabilizar y entretenerse en las discotecas.

"Esto del coronavirus produjo una retracción del espacio público, se transformó la sociabilidad, un año atrás ir a un boliche era normal, ahora, el formato boliche como que no es seguro”, dijo Pérez Marchetta.

El sociólogo también comenzó lo que percibe en la calle día a día. "Ahora hay como una sensación de cierre de año, como que las personas quieren festejar o encontrarse y activarse. Lo sentí en las últimas dos semanas”, opinó.

El profesional considera que se debe generar un espacio donde las personas encuentren bienestar. “La respuesta no es prohibir y clausurar, mientras no se dañe a un tercero, está dentro de los derechos humanos", dijo.

Además, el licenciado cree que “la pulsión de vida le está ganando a la pulsión de muerte”, que la gente perdió el miedo de contagiarse de coronavirus y opinó que la normalidad, como la conocíamos antes de la pandemia, no vuelve más. “Va a haber una transformación, la normalidad se corrió", advirtió.

Pérez Marchetta asegura que es difícil sostener argumentos "del aguante" y esperar un tiempo más para salir a divertirse: la gente lo quiere hacer ahora, tras seis meses de aislamiento prácticamente.

Con respecto al consumo muchas veces desmesurado de bebidas alcoholicas en las reuniones sociales, Pérez Marchetta expresó: “Cuando la gente toma alcohol está aliviando un dolor o evadiendo la realidad. El alcohol te destruye el cuerpo pero la gente no puede tener una fiesta sin alcohol, lo tenemos muy naturalizado, puede haber un consumo pero tiene que ser responsable”.

Fuente: El Tribuno.